Para Heidi Stein, la pintura es una forma de vivir y comunicarse, libre de prejuicios en la búsqueda de una identidad cambiante. Las fases creativas son también fases de estados mentales íntimos, que el pintor da forma con el pincel y la pintura. Desarrollando sus ideas pictóricas directamente, ya sean composiciones abstractas o alusiones figurativas, sus lienzos son una ventana abierta al alma, un testimonio auténtico que visibiliza su mundo emocional. Su narrativa es compleja y a la vez ingenua, perturbadora y naif, pero siempre estimulante y sobre todo plena de libertad interior y corage.

La obra de Heidi Stein no puede ser categorizada en ningún estilo o corriente. La pintura expresionista, así como el expresionismo abstracto americano o los nuevos salvajes de los años‚ 80 pueden haberla fascinado e inspirado, pero ella no sigue los cánones establecidos ni se compromete con ningún dictado artístico. Heidi Stein es una pintora apasionada y de mente abierta. Sus obras, a menudo de gran formato, ricas en color y forma, dan testimonio de su energía y a la vez de su vulnerabilidad, pero sobre todo expresan hablan un profundo sentido de la vida.

Heidi Stein no trata de imponerse, no traduce verbalmente lo intraducible ni interpreta su propia obra. De un modo discreto, transmite la tensión existencial a través de armoniosas composiciones de rico colorido expresivo, cuyo origen se encuentra en el Mediterráneo así como en mundo propio de ensoñaciones oníricas. Sus cuadros atrapan al espectador invitándolo a reescribir, sobre los mensajes más o menos codificados de la artista, sus propios pensamientos y sentimientos. Un soplo de inquietud y encanto se apodera del espectador al contemplar unas obras que oscilan entre lo fabuloso y lo mágico que, de repente, nos conducen a la especial dimensión de la psique, del inconsciente. Los perfiles humanos y los paisajes, que ocasionalmente aparecen sobre un fondo nebuloso, poseen la levedad de las imágenes enigmáticas o fugaces. La vida así pintada, con sus contradicciones, extraños paradigmas y anhelos, cobra un nuevo sentido y se vuelve más comprensible.